La sexualidad humana es un tema complejo y multifacético que va más allá de lo biológico. Aunque tradicionalmente se ha asociado con lo físico, nuestra experiencia sexual está profundamente influenciada por factores psicológicos, sociales y culturales (por eso los sexólogo decimos que la sexualidad es biopsicosocial) La erótica, como parte fundamental de nuestra vida sexual, no es solo una cuestión de deseo o placer, sino una construcción social, que refleja lo que una sociedad define como “apropiado” en términos sexuales.
¿Qué es la Erótica?
La erótica es la manifestación de nuestra sexualidad, no solo como una necesidad biológica de reproducción, sino como una forma de comunicación entre las personas. Está determinada por lo que cada sociedad define como “normal” o “anormal” en cuanto a lo sexual. A través de la erótica, podemos expresar nuestra atracción, nuestros deseos y nuestras emociones en relaciones íntimas.
Sin embargo, esta no es una definición universal. La erótica varía significativamente entre diferentes culturas, y lo que se considera erótico en una sociedad puede no serlo en otra. Como señala Foucault (1976):
Lo sexual está implicado en todos los niveles de una sociedad y es fundamental en la creación de las normas sociales, lo que refleja cómo las culturas configuran la expresión de la sexualidad.
¿Cómo influye la erótica en nuestra vida sexual?
La erótica influye directamente en la forma en que vivimos nuestra sexualidad, ya que no solo está ligada a los aspectos biológicos, sino también a lo psicológico y lo social. Esta influencia puede ser tanto positiva como negativa:
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Lo Biológico: La sexualidad tiene un componente biológico relacionado con los genitales y la reproducción. Sin embargo, en los seres humanos, la sexualidad va mucho más allá de la biología. El sexo no solo está relacionado con la reproducción, sino con la comunicación, el afecto y el placer (Berkley, 2011).
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Lo Psicológico: Desde pequeños, absorbemos creencias, normas y expectativas acerca de la sexualidad a través de nuestros padres, la educación y la sociedad en general. Estas creencias son muy importantes, ya que influyen en cómo nos sentimos con respecto a nuestra sexualidad y nuestra identidad sexual. Las primeras experiencias afectivas y sexuales juegan un papel crucial en la construcción de nuestra sexualidad y erótica, influyendo en nuestra capacidad para conectar emocionalmente con nuestra pareja (García, 2003).
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Lo Social: A lo largo de nuestra vida, las normas sociales y culturales nos enseñan qué está permitido y qué no lo está en cuanto a la sexualidad. Estas normas definen lo que es aceptable, lo que es deseable y lo que es considerado “anormal”. La presión por ajustarse a estos estándares puede generar inseguridades, culpas o dificultades en la vida sexual. Además, estas normas varían de acuerdo con el contexto cultural, por lo que lo que en una cultura es normal en términos de sexo, puede ser considerado inapropiado en otra (Harris, 1983).
¿Por qué es importante comprender la erótica?
Para un paciente que se enfrenta a dificultades en su vida sexual, comprender el concepto de erótica y cómo influye en su vida es fundamental. La erótica no es algo que se tenga “o no se tenga”, sino que es una construcción dinámica que cambia con el tiempo, y que está profundamente marcada por las experiencias vividas y la sociedad en la que se encuentra inmerso. Al entender cómo la erótica se configura y cómo puede estar influenciada por factores culturales, emocionales y sociales, se pueden identificar los bloqueos o dificultades que pueden estar afectando la vida sexual y emocional de la persona.
¿Cómo se trabaja la erótica en terapia sexual?
En terapia sexual, uno de los objetivos es ayudar al paciente a identificar y comprender cómo sus creencias, normas y expectativas sexuales han sido moldeadas a lo largo de su vida. Esto incluye analizar los siguientes aspectos:
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Reconocer creencias limitantes: Muchas personas crecen con ideas sobre la sexualidad que no corresponden con sus deseos o experiencias. Estas creencias pueden incluir tabúes sobre el placer, la masturbación, el sexo fuera del matrimonio o la orientación sexual. El trabajo terapéutico ayuda a identificar estas creencias y cuestionarlas, para reemplazarlas con una visión más saludable y abierta (Masters y Johnson, 1970).
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Re-construcción de la identidad sexual: Al comprender cómo la sociedad y las experiencias pasadas han influido en la identidad sexual del paciente, se puede trabajar para que esa identidad sea más integrada y satisfactoria. Esto puede incluir la exploración de la sexualidad más allá de los roles tradicionales de género o las expectativas sociales sobre cómo deben vivir su sexualidad los hombres y las mujeres (Foucault, 1976).
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Fomentar la comunicación: La erótica también es un lenguaje, y como tal, debe ser comprendida y comunicada adecuadamente. Ayudar a los pacientes a expresarse de manera abierta y sin tabúes sobre sus deseos y necesidades sexuales puede mejorar significativamente la calidad de su vida sexual (Berkley, 2011).
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Liberación de la presión social: Muchas veces, los pacientes se sienten presionados por las expectativas sociales sobre cómo deben comportarse sexualmente. En terapia, se trabaja para que el paciente se libere de esta presión, promoviendo una sexualidad más libre y auténtica (Harris, 1983).
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Reajuste emocional: Los aspectos emocionales de la sexualidad son esenciales. La terapia sexual también se enfoca en la conexión emocional que una persona tiene con su pareja, ayudando a que el placer y la intimidad no solo sean experiencias físicas, sino también profundamente emocionales (García, 2003).
Conclusiones
Comprender la erótica y cómo influye en nuestra vida sexual es un paso esencial para cualquier persona que busque mejorar su bienestar sexual y emocional. Ya sea que estés experimentando dificultades en tu relación sexual o simplemente quieras entender mejor cómo funciona tu deseo y placer, la terapia sexual ofrece un espacio seguro y respetuoso para explorar y trabajar estos aspectos. La erótica no es algo fijo, sino una experiencia dinámica que puede ser transformada a través del autoconocimiento, la comunicación y el acompañamiento terapéutico.
Si deseas trabajar en tu sexualidad y entender mejor cómo la erótica influye en tu vida, no dudes en buscar apoyo profesional. En terapia, podrás explorar, comprender y, lo más importante, vivir tu sexualidad de manera plena, saludable y sin presiones sociales.
Referencias bibliográficas consultadas:
- Foucault, M. (1976). La voluntad de saber. Ediciones Siglo XXI.
- Berkley, R. (2011). Introducción a la Terapia Sexual. Editorial Médica Panamericana.
- García, J. L. (2003). La sexualidad humana: perspectiva psicológica y cultural. Editorial Psyche.
- Harris, M. (1983). Cultura y personalidad. Editorial Alianza.
- Masters, W. H., & Johnson, V. E. (1970). La respuesta sexual humana. Ediciones Médicas Panamericana.